A favor de alguna forma de copago se esgrimen estos argumentos:
- No es un instrumento nuevo: con los medicamentos existe un copago del 40% que afecta a las personas laboralmente activas.
- Las necesidades financieras del sistema sanitario crecen y no queda claro si podran satisfacerse únicamente a través de los impuestos.
El debate no está en el copago sinó en la sostenibilidad. Algunos datos:
- El 6.1% del PIB se destina a sanidad (es decir, 1 de cada 6 euros se destina a sanidad)
- Por cada 100€ que recauda el estado, se gastan entre 150-180€.
En contra de alguna forma de copago se esgrimen estos argumentos:
- El sistema nacional de salud se basa en un contrato moral por el que las personas sanas pagan para atender a las que estan enfermas (con la garantía que cuando ellas enfermen también serán atendidas).
- El copago puede romper este contrato moral afectando a las personas más vulnerables.
- Las ineficiencias del sistema podrian resolverse de otras maneras: diseminación de las tecnologías de la información y de la comunicación, educación para la salud, campañas...
En el curso del debate ambos ponentes hacen algunos comentarios interesantes.
- Todos los sistemas europeos tienen sistemas de copago con dos objetivos: contribuir a la financiación y ayudar a racionalizar el uso de los servicios sanitarios. Los ingresos por copago representan una fuente de recaudación secundaria.
- La función disuasoria del copago se puede pervertir: dado que pago hago uso de los servicios sanitarios como me apetece (el que sabe más puede ser más hábil en el uso de estos recursos).
- Ambos oradores coinciden que el diseño inadecuado del copago puede ser una fuente de inequidad. Es preciso evitar el copago que representan únicamente un impusto sobre el paciente.
- El copago sobre el medicamento es muy inequitativo: un trabajado activo o en paro que gana menos que un jubilado paga el 40% del fármaco, mientras que el jubilado con más poder adquisitivo lo tiene gratis. El 50% del copago de fármacos lo soporta un 5% de los ciudadanos activos! Además, cuando los pensionistas deben pagar algo por los fármacos (como en el caso de la aseguradora de los funcionarios MUFACE), el consumo baja un 40%.
- La negativa al copago debe situarse en el marco de defensa de la justicia social y de las poblaciones más vulnerables.
Paralelamente, y más allá del debate, la Consellera de Salut se muestra favorable al copago, en función del nivel de renta, en aras a la sostenibilidad y en un contexto en el que se ha producido un incremento de la población en un corto período de tiempo (en Cataluña la población ha aumentado 1,5 millones en diez años). El debate no es fácil y, al final quizás más que debatir el "qué" deberemos pensar en "cómo".
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