sábado, 19 de febrero de 2011

"L'Itàlia non è un bordello", los fractales y las organizaciones sanitarias.

Segundo dia en la Toscana: Florencia. No me extraña que alguien padezca el síndrome de Stendhal al ver el conjunto del Duomo y el campanile de Giotto. Junto al mercato del porcellino oigo rudio de cacerolas. Se trata del una manifestación contra Silvio Berlusconi promovida por el grupo "L'Itàlia non è un bordello".

En la manifestación participa gente de todas las edades. Es la sociedad civil en la calle dándole a las cacerolas, con calma per con decisión. Parece que este movimiento va tomando considetencia. Si es así, "il cavalieri" tiene los días contados. La sociedad civil manifesta claramente que el presidente ha rebasado un límite, el límite que hace que se pierda el respeto por alguien o por un grupo de personas.

He hablado largamente con médicos italianos sobre la situación. Son muy pesimistas. Dicen que la causa es doble: todo el poder (conseguido a través de las urnas y con dinero) y toda la información (mis amigos dicen que si solo sigues el primer canal de la TV pública no puedes hacerte una idea clara de los escándalos sexuales que todos conocemos). El caso Berlusconi ilustra claramente las limitaciones de la democracia cuando se basa únicamente en los votos. La votación es la manifestación pública de la democracia, pero la democracia es una forma de gobierno mucho más compleja y profunda. El fundamente de la democracia no se basa solo en la decisión de quién ostentará el poder (en función de los votos), sinó en la garantía de no interferencia, en la garantia de que no se cometerán arbitrarieades. La democracia garantiza el respeto a las minorías, la libertad de expresión y el control de los monopolios. Cuando esto no se da puede ocurrir todo... Pero ahora la sociedad dice que se han rebasan algunos límites... y afortunadamente hoy todavia puede decirlo, porque hasta hace pocos años situaciones como la actual podían conducir a callejones sin salida (sin salida democràtica me refiero).

Pero las situaciones de este tipo no se mantienen únicamente en las esferas de la alta política. En 1975, Benoît Mandelbrot (1924-2010) describió la teoría de los fractales (interesante entrevista). De una manera muy resumida, las estructuras se repiten a diferentes escalas. El ejemplo más claro es la famosa pregunta 'How Long Is the Coast of Britain? Statistical Self-Similarity and Fractional Dimension' que publico en Science en 1967. Los mecanismos que han conducido a la situación italiana (concetración de poder y control de la información), pueden darse, como los fractales, en todos los niveles de las organizaciones. Y las organizaciones sanitarias no están inmunes a estos fenómenos. En equipos pequeños, el responsable que actúa como "capataz" o "encargado" reproduce estas situaciones. El gerente que cree que el hospital es su "finca" reproduce estas situaciones... La solución es "más democracia"...

viernes, 18 de febrero de 2011

Desde la Toscana

Estoy en la Toscana, concretament en la ciudad de Volterra, una ciudad de origen estrusco que se encuentra en el "ombligo" de la Toscana. Olivos, viñedos adormecidos, pinos y cipreses (cipreses cerca de las casas además de los cementerios). Hay que ser muy insensible para no apreciar este paisaje. Olivos, viñenos, pinos y cipreses diseminados por montículos de forma suaves y redondeadas, como puestos al azar. Quizás este paisaje es la mejor definición de "equilibrio".

Pero el equilibrio nunca es fruto del azar. Y el paisaje de la Toscana tampoco. El equilibrio siempre es fruto de interacciones, de tensiones, que, en un punto mágico, se dice que han alcanzado esto que llamamos "equilibrio". Josep Pla citaba a los clásicos al decir "De res, massa" (de nada demasiado). El equilibrio se alcanza cuando se combinan las dosis adecuadas.

Estos equilibrios no se consiguen immediatamente, de un día para otro. El equilibrio toscano es fruto del tiempo y, además, es capaz de incluir Florencia, Pisa y Siena, junto a los olivos, los viñedos, los pinos y los cipreses,

Pero este equilibrio es frágil. Puede romperse con muy poco esfuerzo. Imaginaros que construyen un edificio de diez o doce pisos en la base de una de estas colinas suaves (o pero, en la cima). Lo rompen todo!

El equilibrio pide tiempo y respeto.

Nuestro sistema sanitario parece más napolitano que toscano. La pregunta clave es ¿qué rompe el equilibrio?, o ¿qué puede romper el equiibrio? Se me ocurren dos ejemplos de rotura del equilibrio (equivalentes a construir un edicio de diez pisos en la cima del montículo suave):
  • Diseñar un programa de hospitalización a domicilio que permite el acceso directo del paciente a los cuidados ("si se encuentra mal, nos llama"). Esto provoca la creación de un sistema paralelo a la Atención Primaria,
  • Un call centger que quiere controlar pacientes con enfermedades crónicas sin contar con los dispositivos asistenciales que habitalmente se hacen cargo de estos pacientes.
Es un grave error no tener en cuenta que los equilibrios se consiguen con el tiempo (y además, promover estos edificios de 10 pisos es una falta de respeto).

martes, 15 de febrero de 2011

Personalización

Momentum es una empresa consultora especializada en dar soporte al proceso de cambio de las organizaciones (especialmente del sector non-profit). Hoy Momentum ha organizado una jornada de trabajo muy provechosa.

Uno de los temas que se ha puesto sobre la mesa es el de la personalización de los servicios. La atención sanitaria, los servicios públicos de las ciudades y los servicios públicos en general deben ser cada vez más personalizados para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Algunos sostienen que la personalización puede ser para una minoría (privilegiada) y, por lo tanto, consideran que la personalización es discriminativa. En el campo de la medicina la personalización se asocia muy a menudo con la genética o con tratamientos muy caros.

En el curso del debate se han identificado algunas acciones que personalizan la atención sanitaria y que no discriminan negativamente a nadie:
  • Introducción de la receta electrónica.
  • Posibilidad de concertar visitas a través de Internet.
  • Call center, tanto para información general como para atender grupos específicos de población.
  • Organización de los horarios "deslizantes" (algunos días los médicos de familia visitan por las tardes)
Estas acciones permiten personalizar la oferta asistencial (es decir, adaptarla a las necesidades concretas de algunos pacientes) sin discriminar. En el fondo, estas acciones transfieren al paciente (al ciudadano) la gestión de su tiempo.
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viernes, 11 de febrero de 2011

El sistema sanitario y la crisis

Un excelente artículo de Albert Jovell para leer...y sobre todo para pensar.

Atención Primaria y enfermedades crónicas

El titular de la portada de la web no coincide con el titular de la notícia (la notícia es del 10/02/2011 y he accedido a la misma el dia 11). Esta discrepancia, ¿es un "acto fallido"?

Sin embargo, las declaraciones de los presidentes de las sociedades científicas tiene algún punto de interés. El punto más importante es que reconecen que la Atención Primaria actual debe cambiar para atencer a los pacientes con enfermedades crónicas. Los cambios también deben afectar al hospital, concretamente se refieren al tema de las consultas externas... (creo que es un cambio poco ambicioso, pero por ahí se empieza). Respecto a la AP surgen los temas tópicos: más tiempo, acceso universal a pruebas complementarias y relación con los especialistas. De entrada poca autocrítica (pero por algo se empieza).

Comparto plenamente la idea de cambio y la idea de que este cambio debe darse en todos los ámbitos del sistema sanitario.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Atención a pacientes con enfermedades crónicas: una aproximación

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La atención a los pacientes con enfermedades crónicas es uno de los retos más importantes del sistema sanitario. Pero no es el único reto. El cáncer, el SIDA, los pacientes agudos críticos, o los múltiples procedimientos poco graves que afectan a la mayor parte de la población también requieren atención y un proceso de cambio. Sin embargo, en el caso de la atención a los pacientes con enfermedades crónicas no existe un marco compartido de actuación y, por lo tanto, un proceso de transformación del sistema sanitario. Las más de las veces, más que de transformación se habla de dispositivos añadidos para mejorar la atención a los pacientes con enfermedades crónicas. No hay substitución ni cambio en profundidad. Así, se habla de call center o de enfermera de enlace como un elemento clave para mejorar la atención a la patología crónica. Además, cuando se comenta la capacidad resolutiva de la Atención Primaria sistemáticamente se excluye a los pacientes más graves. No mentar la pirámide de Kaiser…

…o el modelo de Wagner

…no tenerlo en cuenta casi invalida cualquier punto de vista. Pero, a partir de estas aproximaciones, quizás podría avanzarse en la dirección más adecuada en nuestro medio.

En mi opinión, el punto de partida debería ser el objetivo general: una atención de calidad para los pacientes que padecen enfermedades crónicas. La calidad debería considerar tres dimensiones: la efectividad, la seguridad y la satisfacción (del paciente, del cuidador… y, también, de los profesionales sanitarios). Para conseguir este objetivo general es preciso identificar las necesidades de cada grupo de pacientes y los dispositivos asistenciales que tenemos a nuestra disposición para dar respuesta a estas necesidades. No se trata de crear dispositivos para dar respuestas sino de utilizar lo que tenemos para dar respuestas (y quizás en algún caso habrá que crear algún dispositivo o introducir algún recurso inexistente o insuficiente).

Pero el reto, como siempre, no es el "qué" sino el "como". Para conseguir introducir cambios en el modelo de atención a los pacientes con enfermedades crónicas creo que deberían considerarse tres elementos clave:
  • La transformación transversal de la organización sanitaria.
  • La introducción de Tecnologías de la información y de la comunicación (TIC's) específicamente dirigidas a mejorar la atención a los pacientes con enfermedades crónicas.
  • Una apuesta decidida para desarrollar el trabajo en equipo.
La transformación transversal de la organización sanitaria.

La fragmentación por ámbitos asistenciales es inútil para dar respuesta a las necesidades de los pacientes con enfermedades crónicas. En la comunidad (especialmente la Atención Primaria) debe decidir como se hace más proactiva que reactiva, quién tiene habilidades y conocimientos para dar respuesta a las crisisde los pacientes más graves (muy pocos pero que necesitan mucho y de profesionales con competencias muy específicas) y de qué manera se resuelven los problemas sociales que acompañan a las enfermedades crónicas. La atención especializada (principalmente los hospitales de agudos) deben cambiar las puertas de acceso (urgencias es una mala puerta para acoger pacientes con enfermedades crónicas), deben cambiar el proceso diagnóstico (en pacientes que no se conoce el diagnóstico tiene poco sentido "aparcarlos" en el hospital durante el fin de semana) y, finalmente, no tiene sentido ingresar a los pacientes con enfermedades crónicas en función de la disponibilidad de camas (así, puede ir a Medicina Interna, Neumología, Cardiología o unidades de corta estancia según el azar de la cama disponible). Quizás sería más lógico ingresar a los pacientes con enfermedades crónicas en unidades multidisciplinares con habilidades para manejar las agudizaciones de procesos crónicos. Esto significa un cambio radical en los servicios médicos de los hospitales.

Esta transformación no es fácil. Hay múltiples razones: la poca flexibilidad de las plantillas basadas en especialidades, la necesidad de perfiles profesionales que requieren habilidades y conocimientos específicos, la propia estructura física de los hospitales, las condiciones laborales…Pero también debe considerarse la manera de adquirir conocimientos. Hasta ahora las especialidades han tenido sentido como forma de profundizar en el conocimiento de la fisiopatología y el tratamiento de procesos. Es preciso, también, cambiar la manera de aprender. La visión global tiene ventajas (muchas) pero también inconvenientes (algunos). Simplificar a veces empobrece.

TIC's.

Quizás en lo que se refiere a TIC's lo más necesario son dos cosas relativamente sencillas: un call center y el acceso on-line a la historia del paciente. La sofisticación puede ser un buen complemento (telemedicina, o tele…) pero para empezar no es imprescindible. Ahora bien, cuesta ver el futuro de la atención a pacientes con enfermedades crónicas muy alejado de la aplicación intensiva de TIC's, tanto en lo que se refiere a aspectos organizativos como a aspectos directamente asistenciales.

Trabajo en equipo.

No hay que confundir los grupos (las pandillas o las "colles" de Cataluña) con los equipos. Se va a tomar café con la padilla o la "colla", pero esto no necesariamente indica que se trabaje eficientemente en equipo. De una manera sistemática se tiende a la separación por profesiones, por disciplinas y por especialidades. Y luego, a la hora de la verdad, se juntan ("juntos pero no revueltos"). Es posible aprender a trabajar en equipo (distribuir responsabilidades, compartir decisiones, resolver conflictos, plantear objetivos…). Pero las organizaciones deben orientarse al trabajo en equipo. Este cambio de orientación es crucial para mejorar la atención a los pacientes con enfermedades crónicas.

Hasta que no diseñemos la transformación transversal de las organizaciones, no se haga un uso específico de las TIC's y no se apueste decididamente por el trabajo en equipo es muy difícil evitar que la atención a los pacientes con enfermedades crónicas no se base simplemente en la introducción de "parches".

jueves, 3 de febrero de 2011

Talento y libertad de elección

He comido con un amigo (y maestro) con una formación clínica envidiable, estudioso y culto. Hemos hablado de los cambios que necesita el sistema sanitario. Resumo la conversación con dos ideas "fuerza". Para resolver el problema de la atención urgente hay que poner talento en urgencias. Totalmente de acuerdo. Hacemos lo contrario: a los menos preparados les ponemos en primera línea y los mejores, cuando pueden, huyen.

Segunda idea. El paciente debe tener libertad de elección... de centro y de especialista. Esto significa que debe poder acceder al centro y al especialista directamente, sin pasar imperativamente por la atención primaria. Confieso que me he atragantado. No por la idea, que, como todas las ideas, tiene sus pros i sus contras. pero esto, yo no me atrevo a decirlo fuera del comedor.

Las conclusiones de estas dos pinceladas de la discusión me parece que van en una sola dirección: estamos a las puertas de cambios muy profundos y estos cambios, si no se hacen desde "dentro" se harán desde "fuera"