- USA destina el 17% del PIB a la sanidad (casi el doble que la mayoría de países desarrollados).
- 50 millones de ciudadanos (los más pobres y un elevado porcentaje de niños) carecen de cobertura sanitaria.
- Hay una gran variabilidad en los criterios de acceso a los recursos públicos.
- Los grandes costes del seguro sanitario inciden especialmente en las clases medias/bajas.
- Las "primas" extras que hay que pagar ewn ciertas circuinstancias para acceder a l cobertura sanitaria isminuyen el salario de los trabajadores.
- El coste elevado no se traduce en una atención de calidad.
El problema del coste es importante: El 10% de los pacientes consumen el 70% de los recursos. Por lo tanto el dilema se centra en conseguir dinero para dar cobetura a los no asegurados y reducir costes y, en USA, hacerlo en un marco de un sistema privado (con la mínima intervención del estado).
En un reciente editorial de The economist sugieren que la reforma del sistema sanitario americano será dolorosa. The economist hace una crítica en profundidad. Obama se interesa por el síntoma (mejorar la cobertura y disminuir costes) pero no se centra en el núcleo del problema:- La forma de conseguir la cobertura a través del contrato de trabajo.
- La organizaciçon sanitaria se basa en el libre ejercicio profesional (el control es muy difícil, tal como lo demuestran los planes de la HMO de los 90´s).
El control de costes puede tener un impacto notable (se estima una reducción entre el 10 y el 30%, cantidad nada despreciable), pero la reforma debe ir más allá: ¿los médicos serán asalariados?, ¿los objetivos se centrarán en los resultados?...
La reforma sanitaria propuesta por Clinton (1994) fracasó por falta de transparencia.. de momento según la profesora K Schwarz, este no es el caso de la reforma Obama. Habrá que esperar.
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