Sandman dice que los expertos y la población sobreestiman cosas diferentes: los expertos sobrestiman el riesgo aunque la probabilidad sea baja (al margen de la preocupación de la sociedad). Pot el contrario, la población sobreestima el riesgo cuando la preocupación es elevada, aunque el riesgo sea bajo (por ejemplo la epidemia gripal). No hay relación causal entre riesgo y preocupación.
Los periodistas suelen sobreestimar el riesgo cuando la probabilidad es baja pero la preocupación social es alta. En cambio, los periodistas suelen dejar de hablar del riesgo cuando la probabilidad es alta.
La comunicación del riesgo se enfrenta a tres situaciones:
- Probabilidad alta y preocupación baja (por ejemplo la baja percepción social respecto a los riesgos del tabaco). En estos casos la comunicación debe incrementar la “preocupación social” (precaution advocacy, en el lenguaje de Sandman) mediante mensajes breves, atractivos y que se refieran a cosas prácticas.
- Probabilidad baja pero preocupación alta: la comunicación debe intentar reducir la preocupación (outrage management): confirmar el control de la situación (a pesar de que se produzcan muertes) y dar respuesta a los tópicos (como la ausencia de razones para recharzar la carne de cerco en la gripe).
- Situación de crisis: en la mayor parte de los casos son previsibles y, por lo tanto, los mensajes deberían prepararse con antelación.
La comunicación respecto a epidemias como la gripe debe aceptar que las cosas pueden empeorar. Por lo tanto, las estrategias de comunicación deben centrarse en dos aspectos: describir con precisión lo que es probable que pasará y, además, hacer referencia al peor escenario posible (aunque poco probable) y hacerlo al principio de la epidemia (no cuando las cosas van mal).
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