martes, 27 de septiembre de 2011

Procrastinación

La palabra procrastinación procede del latín y expresa el hábito de posponer acciones que deben realizarse. La introducción del libro de Dan Ariely "Las ventajas del deseo" se titula Qué podemos aprender de la procrastinación y de los efectos médicos secundarios. Tanto en este libro como en el precedente ("Las trampas del deseo") Ariely cuenta su experiencia tras las quemaduras que afectaron gran parte de su cuerpo. Unos profesionales que le curaban afirmaban que era menos doloroso un tirón brusco de las gasas. Otros decían que era mejor poco a poco. Retardar la acción no evita los efectos adversos (el autor también se administró durante 18 meses una medicación con efectos secundarios inmediatos, aunque autolimitados, y relata los esfuerzos que tuvo que hacer para no posponer la administración del tratamiento).

Ariely sostiene que los seres humanos somos irracionales porque no tomamos las decisiones adecuadas en el momento adecuado y tenemos una tendencia exagerada a postergarlas (procrastinación). Esta descripción de Ariely me sugiere un paralelismo con la situación actual de la sanidad catalana: da la sensación que se ha considerado menos dolorosa la mutilación progresiva que la amputación radical. Además,  o paralelamente a esta situación, la procrastinación (y en este caso participan íntimamente los profesionales sanitarios) se visualiza en el poco interés por ofrecer alguna pista sobre "el día después".

Esta crisis no la ha provocado el sistema sanitario, pero es una oportunidad para introducir transformaciones relevantes. No a la procrastinación!

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