viernes, 9 de julio de 2010

Confidencialidad

La prensa publica la noticia de una multa a una empresa que mandó un correo de felicitación a todos sus clientes y olvidó poner las direcciones en copia oculta. El tema de la confidencialidad es complejo y, seguramente, las fisuras pueden aparecer en situaciones insospechadas.

La confidencialidad se basa en la confianza. La desconfianza es una mala protectora de la confidencialidad. Ayer me contaron que en un hospital la dirección ha ordenado clausurar todos los puertos USB de los ordenadores del centro para proteger la confidencialidad. Esta és una decisión analógica en plena era digital. Esta decisión impide conectar discos duros externos o recoger información que se ha trabajado en el ordenador del hospital y presentarla en otro ordenador (para una clase, una conferencia...)

¿Qué pretende la dirección del centro? ¿Parecerse a Corea del Norte, en lo que se refiere a la concepción del trabajo en red? Hay múltiples maneras de compartir información de un ordenador sin necesidad de puerto USB. Se me ocurren algunas:
  • Colgar la información en un disco duro virtual.
  • Enviar la información por correo electrónico.
  • Utilizar el Dropbox.
  • Grabar la información en un CD o DVD
  • Dar las claves de acceso de tu ordenador a otra persona.
  • Colgar la información en la parte compartida del servidor.
  • Poner la pantalla de cara al público
La dirección no debería tratar como presuntos delincuentes a los profesionales que trabajan en un hospital. Cada vez más los profesionales trabajan en múltiples puntos (algunos de ellos fuera del centro de trabajo!) y estas actitudes son las típicas escaramuzas analógicas contra el avance digital. La digitalización tiene riesgos, pero la protección no está en las barreras sinó en la transparencia.

1 comentario:

André dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.