Pero en el curso del debate surge otro común denominador: en todos los países no se realiza un análisis sistemático de los resultados. Los outcomes no se tiene en cuenta. Se valoran tanto el número de casos como los diagnósticos, pero se obvia cualquier análisis sobre los resultados.
La escasa valoración de los outcomes es uno de los factores que dificulta la diseminación de los tratamientos domiciliarios. En un reciente Editorial del The New York Times se cuestionan los beneficios la inversión en atención domiciliaria en dos sentidos:
- Se ofrecen servicios a pacientes que no los necesitan (criterios de indicación)
- Se hacen visitas innecesarias (pacientes que necesitan atención domiciliaria pero que podrían resolverse de otra manera)
En resumen, mucho (o demasiado) para muy pocos. Lo contrario de la eficiencia.
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