La librería Documenta és una de las últimas librerías “clásicas” de Barcelona, situada en una de las entradas naturales del barrio gótico. Es un establecimiento pequeño pero en el que, todavía, da la impresión que sus propietarios seleccionan la mercancía cultural que ofrecen a los clientes. Voy periódicamente a comprar libros y, por azar, encontré un ejemplar interesante sobre los valores: Calsina M (Coordinador). Valors útils per a la Catalunya del futur. Barcelona. Centre d'Estudis Jordi Pujol. 2009. Este libro es el fruto de un seminario organizado por el Centre d'Estudis Jordi Pujol, la Fundació Lluís Carulla y la Caixa de Girona.
En seis conferencias identifican los valores de futuro: respeto, verdad, excelecia, esfuerzo, amor al país y a las personas y resiliencia. No está nada mal como propuesta.
El ejercicio que transcribo es el de intentar adaptar estos valores a la práctica assistencial.
Atención centrada en las necesidades del paciente.
La mejor demostración de respeto es centrar la atención en el paciente, no en las necesidades de los profesionales sanitarios. El respecto debe llevarse a la pràctica mediante cambios realies en las organizaciones.
Modelo deliberativo como alternativa al paternalismo.
La verdad en la pràctica clínica no puede limitarse a la “medicina basada en las evidencias”. Las circunstancias, los valores de los pacientes, o las habilidades de los clínicos son elementos que juegan un papel en la toma de decisiones. Al final, especialmente en la atención a los pacientes con enfermedes crónicas, el modelo deliberativo juega un papel más importante que el dogma científico.
Un par de frases interesantes de Ferran Saez, el autor del capítulo sobre la verdad:
el contrario de la verdad no sería la falsedad, sino algo parecido a la decepción.
La ciencia se equivoca a menudo, pero es preferible a la superstición.
Excelencia.
El objetivo de la atención sanitaria no es la media sinó la excelencia. No es fçacil definir la excelencia, pero la expresión “good enough” puede ayudarnos. La excelencia no tiene por objetivo acercarse a la media, sinó ser superior al mínimo suficiente (que en la mayor parte de los casos debe ser significativamente superior a la media).
Los ambientes en los que es posible la excelencia se relacionan, según Richard Florida, con las tres t: talento, tolerancia y tecnología.
Esfuerzo.
La cultura de la presencia no tiene sentido. Es posible que en estos momentos el trabajo no ocupe el centro de la vida de la mayoría de las personas. Pero esto no es una justificación para el trabajo “mal hecho”.
Uno de los retos más importantes es revalorizar el trabajo de los mandos intermedios.
Sentido de pertinencia.
El valor que cuesta más de explicar es el del amor al país y a las personas. Una perspectiva desenfocada puede dirigirnos rápidamente a un desproporcionado aprecio por lo local. Sin embargo, desde esta perspectiva es imprescindible hablar de “pertitnencia”. Todos formamos parte de alguna colectividad. El sentido de “pertenecer a” debe reforzar la realización personal, debe tener una dimensión colectiva y debe hacernos responsables del futuro. Esta idea de futuro es muy importante, especialmente en momentos en los que el “corto plazo” parece dirigir todas las decisiones. Algunos tenemos claro que “pertenecemos a”... al grupo de guardia, a la promoción de residentes de un hospital, a un proyecto...
Resiliencia.
El único valor que no puedo traducir es el de la resiliencia. Debemos aceptar vivir en un ambiente en el que el riesgo es una realidad.
Edith Grotberg afirma que “La resiliencia correspondería a la capacidad humana de hacer frente a las adversidades de la vida, de superarlas, de salir fortalecido, e, incluso, transformado positivamente”.
domingo, 29 de noviembre de 2009
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1 comentario:
Hola, els teus posts sobre eSalud ja són visibles desde twitter.com/ticsalut i www.ticsalut.cat
Salutacions!
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