lunes, 10 de agosto de 2009

El futuro de los hospitales públicos.

Siempre es un placer encontrar libros sugerentes en lugares insólitos. En un quiosco de un pequeño pueblecito turístico de la costa atlántica francesa, llamado Saint Palais sur Mer, he encontrado un libro muy interesante: Grimaldi, André. L'hôpital malade de rentabilité. Paris. Librairie Arthème Fayard. 2009.



El profesor André Grimaldi es el responsable del Servicio de Diabetología del Hôpital Pitié-Salpêtière, de Paris. Es un activista en favor de los hospitales públicos.

Este es el resumen del libro.

Es interesante constatar que los problemas de los hospitales públicos franceses no son muy distintos a los de nuestro país. Estos problemas los podríamos sintetizar en tres grandes ámbitos:

Relaciones entre gestores y clínicos.

Las relaciones entre gestores y clínicos se centran en los problemas de financiación (de que manera de valora la actividad) y en el papel del jefe de servicio (papel de los "institutos" o de las "direcciones clínicas" que agrupan más de un servicio tradicional).

La manera como se financian los servicios incide directamente en la cartera de servicios y puede provocar sesgos de selección adversa.

Papel de los profesionales (médicos).

El papel de los profesionales se centra en dos grandes tipos de problemas:
  • Atenció a los problemas agudos versus atención a los pacientes con enfermedades crónicas.
  • Relaciones entre los especialistas y los generalistas
El perfil de profesional que se requiere es muy distinto en cada caso y, según la perspectiva a partir de la que se analiza la realidad, puede generar problemas de competencia o de relación entre profesionales (especialistas vs generalistas, por ejemplo).

Relaciones entre diversas profesiones.

Grimaldi constata un alto grado de corporativismo entre las diferentes profesiones sanitarias. Un tema clave es la manera como se transfieren responsabilidades entre las diferentes profesiones.


Grimaldi analiza razonablemente bien los problemas, aunque quizás es superficial en el análisis económico. Sin embargo, creo que incurre en algunos de los sesgos en los que caen (caemos) los que analizan la realidad sanitaria desde la perspectiva clínica:
  • Las críticas al sistema sanitario (y a los hospiales públicos) son muy genéricas: se refiere a la organización, a la burocracia y a los jefes de servicio, pero hace poca autocrítica del conjunto de los profesionales.
  • Da por supuesto que todos los profesionales son iguales.
  • Da por supuesto que totos los profesionales (y el conjunto de la organización) es sfuerzan al máximo (por lo tanto no es posible incrementar el rendimiento sin incrementar los recursos).
  • Las soluciones son muy genéricas y cuesta identifcar el "libro de ruta" para él "día siguiente".

Estos análisis miran la realidad desde un lado de la barrera (de una manera honesta pero parcial) y, en general, no dan respuesta al dilema: más autonomía para los profesionales, pero, ¿hasta que punto se comprometen con los resultado?. El liderazgo clínico debe incluir ambas faces: autonomía y compromiso con los resultados.

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